La Asociación de Centros Infantiles de Tenerife (Acinte) considera que las inspecciones a las guarderías anunciadas por la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz «llegan tarde».

Tres de los algo más de 30 centros infantiles que prestan servicio en la capital tinerfeña son «alegales», pues aún están pendientes de que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias les otorgue la correspondiente autorización.

En la capital hay en estos momentos 36 centros de este tipo -para niños de 0 a 3 años-, dos de competencia municipal (Tara y Faina), cinco que dependen de varias consejerías y 26 privados, de los que tres no tienen aún el permiso necesario. En la Isla hay alrededor de otra treintena de escuelas de este tipo que también esperan por el permiso regional.

Así lo indicó ayer la Asociación de Centros Infantiles de Tenerife (Acinte), quien consideró que las inspecciones a las guarderías de Santa Cruz anunciada este miércoles por el concejal de Urbanismo de la capital, Carlos Tarife, «llegan tarde», aunque celebró que se lleven a efecto.

«Me parece perfecto que el concejal se preocupe ahora de pedir las autorizaciones a todos los centros infantiles y a las ludotecas de Santa Cruz», sostuvo la presidenta del colectivo, Marina Amador, quien remarcó que los centros que están adscritos a la Consejería de Educación «no tienen ningún problema».

«Para que la Consejería te dé de alta lo primero que hay que presentar es la autorización de apertura del ayuntamiento», indicó la responsable de Acinte, quien añadió que «si no estás allí es que no estás autorizada».

El caso de la guardería de la calle Castro, que cerró ayer por orden de Urbanismo al carecer del título habilitante, tras casi 20 años de actividad, es un ejemplo.

Amador explicó que el problema de algunas guarderías es que no se han adaptado al decreto 201/2008 de 30 de septiembre, por el que se establecen los contenidos educativos y los requisitos de los centros que imparten el primer ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Canaria, por tanto operan al margen de la ley. Esto está trayendo también como consecuencia que muchos padres no puedan acogerse a determinadas ayudas que brinda la administración, al no constar como centros autorizados.

«El decreto finalizó en un plazo, pero se amplió dos años más porque nos cogió en plena crisis. La gente que quiso que su empresa estuviera al día de todo se preocupó de ir a la Consejería y dio de alta las obras que se tenían que hacer, pero hubo otras que no», lamentó Amador. «Por eso no me vale ahora que nos digan que no saben nada», denunció la presidenta de Acinte.

El mencionado decreto obligó a muchos centros infantiles a adaptarse y cumplir los requisitos de espacios, materiales y número de profesionales por niño, entre otros aspectos.

No obstante, Marina Amador no solo responsabilizó de la situación a los propietarios, sino que también miró hacia la Administración. «Los ayuntamientos, en cada municipio, tienen que revisar los negocios que hay. Hacer una ronda con la policía porque seguro que no hay ningún bar que no tenga una licencia de apertura», dijo.

«Ni tampoco hay ningún colegio que abra sin licencia, por tanto no entendemos por qué los centros infantiles que no cumplen la ley siguen abiertos», recalcó.

La presidenta de Acinte hizo hincapié en que este problema se acentúa en el sur de la Isla, donde hay «bastantes» centros sin la autorización correspondiente.

En diciembre de 2017, y también en este periódico, Marina Amador ya había expuesto su malestar por la situación y había exigido a la Consejería regional de Educación que actuara «con firmeza» contra aquellas guarderías que no cumplieran la ley.

«No tengo que decirle a nadie el trabajo que tiene que hacer, pero aquí hay normas para todo el mundo y a los que estamos autorizados nos tienen crujidos todo el día, porque saben donde estamos», se quejó.

¿Qué pasa con las ludotecas?

La presidenta de Acinte, Marina Amador, avanzó ayer, sobre el uso de las ludotecas, está pendiente de que se apruebe el decreto-ley que ha elaborado la Consejería de Empleo, Política Social y Vivienda. «Ojalá el Parlamento canario lo apruebe antes de que acabe la legislatura, porque si no, volverá a quedarse muerto», dijo Amador, quien recalcó que esta normativa nueva «englobaría» el bienestar y la seguridad de los menores de 0 a 18 años. «Ahora mismo es el Cabildo de Tenerife la única administración que cuenta con una normativa sobre ludotecas, y establece que los niños menores de tres años no pueden estar en una ludoteca sin estar acompañado de un adulto y que el horario de apertura será a partir de las 16:00 horas», detalló. Es decir, que antes de esa hora no puede haber niños menores dentro. ¿Y eso se cumple? «No. Y a los hechos nos remitimos. Y muchas no tienen permiso. Cuando preguntamos al ayuntamiento no dijo que se les daba una autorización para locales con actividades inocuas», dijo la presidenta de Acinte.

periódico El Día 15/03/2019.- enlace a la noticia original